CAPITULO 2-CON EL PASAR DE LOS DÍAS


   El tiempo había estado trascurriendo a su caudal natural, nada extraño había sucedido, de hecho tenia una vida demasiado ocupada para tener tiempo de enamoramientos platónicos, había ingresado al club de cómics junto con Ivette, nos llevábamos muy bien con Marijo, la presidenta del club, tanto que en poco tiempo formamos parte del staff . Además de eso yo había abierto mi propio club, era un club de cocina, había mucha gente del club de cómics, y me agradaba la idea de que Paula y Marina se hubiesen inscrito.
   El primer día había invitado a tres profesores de los cuales solo asistió uno, Andrés Ventura, ese día habíamos preparado comida oriental, no le presté mucha atención, estaba más preocupado por Karla, estaba todo muy confuso entre si andábamos o no, si nos gustábamos o no. Me sentía muy cómodo con ella, sentía que entre nosotros no podría haber secretos, nos podríamos contar todo, ya que a ella también le gustaban las niñas.
   Con pasar de los días dejamos lo nuestro ella se sentía muy confundida por una amiga, decía que sin importar nada, ella seguía siendo su amor imposible, así que solo seguimos siendo amigos.
   Los días siguieron pasando y comencé a tener sueños constantes con una persona a la que no le veía el rostro, pero el simple hecho de estar a su lados despertaba un sinfín de emociones en mi ser, una vez creí verle el rostro, vi el rostro de mi colega Gorka lo cual me desconcertó demasiado, ya que a el solo lo veo como un buen amigo. La duda y la culpa me gobernó por varias semanas, cuando me acercaba a Gorka no sentía lo mismo que en mis sueños.
   Todo se aclaró para mi cuando audicionamos para un cortometraje del canal local, el tema era la tolerancia hacia la homosexualidad. Nos tocó audicionar juntos, la escena era el primer beso entre los protagónicos, cuando uno de ellos declara sus sentimientos al otro. Cuando lo bese no sentí nada, no eran los besos que sentía en mis sueños, todo había sido “puro teatro”.
Me sentí feliz dee que el hombre de mis sueños no fuese mi buen colega Gorka.
   En clases todo seguía normal, hasta el dia que mientras entregaba un trabajo al profe Andrés hubo un roce sutil entre nosotros, quedé aturdido al instante, era la misma sensación que en mis sueños, parpadee y lo mire fijamente, a mi mente vino el recuerdo de uno de mis seños en el cual yo le besaba el cuello y le veía un lunar, miré su cuello y el lunar estaba ahí.
 -¿Te encuentras bien Javi?- así solía llamarme el, lo cual me desagradaba por que mi madre me llamaba de esa forma-. Te vez algo mareado.
 -Descuide profe, estoy bien.
   Aún seguía aturdido, eso fue demasiado para mi. Regresé a mi pupitre, por desgracia me sentaba con Aurora y nuestro pupitre estaba justo delante del escritorio, así que fue inevitable verlo durante toda la clase y sentir que el hombre con el que tanto había soñado nos explicaba sobre EL EXTASIS DE SANTA TERESA.
 
   Esa noche no soñé con el, solo sentía que lo buscaba por todas parte pero el no estaba, me desperté llorando a mitad de la noche.